Me gustaría referirme al río Odra por lo que es: un ser vivo que ha sido un testigo paciente del desarrollo de la ciudad de Wroclaw, de su día a día, la guerra, las inundaciones y su renacimiento. Me gustaría dar a Odra el don de la visión y ayudar al río a fotografiar la ciudad. He estado colocando cámaras estenopeicas construidas a partir de latas de metal en la superficie del agua, tal como lo hice en casa, con el río Urumea.
Para este proyecto, por primera vez he experimentado con papel analógico en color en mis latas. Quería explorar los matices de la luz solar natural, cuáles son sus cualidades en Wroclaw durante el verano y cómo reacciona cuando entra en contacto directo con la superficie del papel analógico, cuál es su estado de ánimo.
El proyecto se ha realizado con Michal Litwiniec. Mis cámaras han sido los ojos del río, y sus instrumentos hechos de agua, metal y latas: su voz.
También he desarrolado una actividad para involucrar a los habitantes de Wroclaw en el proyecto. Invité a adultos y niños a fotografiar esos lugares y espacios de los alrededores del río que eran y siguen siendo importantes para ellos. Construimos cámaras con latas e hicimos fotos con ellas. Se tomaron muchísimas imágenes ya que son numerosos los lugares del río a los cuales los habitantes se sienten emocionalmente vinculados.
Las voces de los participantes fueron grabadas, explicando por qué eligieron esos lugares. He hecho un video que documenta todo el proceso: la toma de las fotografías desde el río, el taller, las fotografías que se hicieron en el taller y los testimonios de los ciudadanos de Wroclaw.
El proyecto se desarrolló gracias a la residencia artística que Air Wro y Etxapare Institutua organizaron para los meses de agosto y septiembre del 2017. El trabajo se mostró en una exposición al final de la residencia en el contexto de la conferencia Ciudad y Cultura. La exposicion dio lugar en Akant, en una carpinteria abandonada de la ciudad.